lunes, 4 de mayo de 2009

"Ojos azules... tez blanca..." (1)







Abd ar-Rahman ibn Muhammad, (en árabe: عبد الرحمن بن محمد), más conocido como Abderramán o Abd al-Rahman III, llega al poder.






Un hombre corpulento, pero de piernas tan cortas que su montura tenía que ajustarse de forma que los estribos llegaran apenas a un palmo de la silla. Por eso cuando montaba a caballo parecía más alto de lo que realmente era. Su físico mostraba la herencia de su madre vascona, de tez blanca y rostro atractivo y unos extraños ojos de un azul muy intenso con tonalidades rojizas. Tenía frecuentes arranques de cólera y entonces estos ojos debían de sembrar el terror entre los que le rodeaban: una mirada que se adivinaba feroz y fiel reflejo de la férrea voluntad de dominio que le permitió sobrevivir a las circunstancias más adversas, y de las que hizo gala durante los sesenta años que vivió.






No fue su niñez nada fácil en un ambiente muy enrarecido en la corte de su abuelo Abd Allah I, emir de al-Andalus entre los años 888 y 912.





Mientras gran parte del país vivía en constantes rebeliones, preludio del final de la dinastía omeya en Córdoba, el desconfiado Abd Allah buscaba los culpables de la situación entre sus propios descendientes. Había designado a su primogénito Muhammad, como sucesor pero al poco tiempo lo encarceló y permitió su asesinato acusándole de haber mantenido tratos con los rebeldes que querían el poder.







El desafortunado Muhammad no conoció al hijo que dejaba: un huérfano llamado Abderramán por el que muy pocos apostaron, pero que dos décadas después acabaría haciéndose con el poder con apenas 23 años. Corría el año 929 cuando tras acabar con todas las revueltas contra la autoridad de los gobernantes de Córdoba, Abderramán III se proclamó califa y tomó el título de al-Nasir, el Victorioso.









Cúpula del Mihrab de la Mezquita de Córdoba. Localizada en la maqsura, o área reservada al califa, se realizó en época de al-Hakam II, hijo y sucesor de Abderramán III










Con él, al-Andalus se convirtiría en el más poderoso Estado peninsular.

1 comentario:

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

...tarde en ver la mezquita pero desde que estuve en ell a no sabria decirte pero algo quedo dentro de mi...un fuerte abrazo , te invito a mi blog espero te agrade....jose ramon.