miércoles, 6 de enero de 2010

Más sonrisas...




Carta de una señora de Lepe a su hijo

Querido hijo:
Te escribo estas letras para que sepas que estoy viva. Y lo hago despacio porque se que no eres muy rápido leyendo. Si recibes esta carta es que te llegó, en caso contrario me lo dices y te la mando otra vez.
El tiempo por aquí no está mal. La semana pasada solo llovió dos veces, la primera tres días y la segunda cuatro.
Ya te mandé la chaqueta pero tu tío dijo que si la mandábamos con botones pesaría mucho y el envío sería muy caro y para evitarlo se los quitamos y los metimos en el bolsillo de dentro.
Por fin pudimos enterrar a tu abuelo. Lo encontramos al hacer la mudanza. Estaba metido en un armario desde aquel día que nos ganó jugando al escondite.
Te cuento que el otro día explotó la cocina de gas y tu padre y yo salimos disparados por el aire y caímos fuera de la casa. ¡Qué emoción!. Fue la primera vez que tu padre y yo salimos juntos de casa. Vino el médico y me puso un tubo de cristal en la boca y me dijo que no podía hablar en diez minutos. Tu padre quería comprarle el tubo.
Perdona la mala letra y las faltas de ortografía, es que yo me canso de escribirte y ahora estoy dictando a tu padre y ya sabes lo burro que es. Y hablando de tu padre… ¡qué orgulloso está!. Le han dado un buen trabajo. Tiene unas 500 personas por debajo de él. Es el encargado de segar el cementerio.
El otro día leyó en el periódico que, según las encuestas, la mayoría de accidentes ocurren a un kilómetro de casa. Y nos mudamos más lejos. No vas a reconocer la casa. El sitio es muy guapo y hasta tengo lavadora, aunque no estoy segura de que funcione. Ayer metí la ropa, tiré de la cadena y ya no la he vuelto a ver.
Tu hermana Julia, la que se casó con su marido, parió. Como que todavía no se de que sexo es, no puedo decirte si eres tío o tía. Si es niña la llamarán como yo, ella a tu hermana la llamará mama- La otra hermana, Pilar, está embarazada de cinco meses y tu padre le preguntó si estaba segura de que el niño era de ella.
Y, por último, tu hermano Juanjo sigue tan despistado como siempre. El otro día cerró el coche, dejó las llaves dentro y tuvo que ir a casa, tres kilómetros para allá y tres kilómetros para acá, a por el duplicado… para poder sacar a tu padre y a mi de dentro del coche.
Tu primo Paco se casó y pasa toda la noche rezándole a la mujer porque le dijeron que era virgen.
A quien nunca mas vimos por aquí fue al tío Manolo, el que murió el año pasado.
Ahora el que nos tiene preocupados es tu perro, esta empeñado en correr detrás de los coches que están parados.
¿Recuerdas a tu amigo Antón? Ya no está en este mundo. Su padre murió hace dos meses y como que había pedido ser enterrado en el lago, el pobre Antón murió cavando la fosa en el fondo.
Bueno, hijo, no te pongo la dirección de la carta porque no la se. La gente que vivió aquí antes se llevó los números para no tener que cambiar de domicilio.
Si ves a doña Remedios, salúdala de mi parte; si no la ves no le digas nada.
Un abrazo. Te quiere mucho, tu madre

PD.- Te iba a mandar cien euros, pero ya cerré el sobre.

2 comentarios:

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Gracias amigo, por este buen rato de risa que me has hecho pasar...!

Un abrazo y feliz dia de Reyes...!

Franziska dijo...

¡Dios esto es demasiado aún para alguien que sea de Lepe!