Don Diego, se encuentra en una de las habitaciones del antiguo Alcázar madrileño, la que le sirve como estudio, intentando pintar un retrato de los monarcas Felipe IV y Mariana de Austria.
De pronto, irrumpen en la habitación, la hija de los reyes, la infanta Margarita con sus dos meninas (damas de honor): María Agustina Sarmiento e Isabel de Velasco. La primera le ofrece un rojo búcaro de barro y la segunda haciendo una leve reverencia.
Diego capta esta imagen y la reproduce en el centro del lienzo que está pintando.
Tras ellas llegan dos enanos, encargados de divertir a la infanta, la alemana Maribárbola y el italiano Pertusato que apoyará el pie sobre un hermoso ejemplar de mastín. Después doña Marcela de Ulloa, guarda-menor de las damas de la reina, que charla con don Diego Ruiz de Azcoa que también es guarda-damas palatino. Velázquez los coloca en uno de los laterales y en el fondo sitúa la figura de don José Nieto Velázquez que era presunto familiar del pintor y aposentador de Palacio.
En el espejo del fondo se ve reflejada la imagen de los monarcas, que posaban para su retrato ¿?... y en el margen izquierdo, que quedaba libre, don Diego opta por autorretratarse pintando el lienzo.
Aquella primera intención de hacer un retrato a los monarcas, se ha transformado en una obra donde participaran toda una serie de personajes y que se convertirá en una de las más famosas que realizó don Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, aquel sevillano universal que había nacido en el año 1599:
“La Familia de Felipe IV” también conocida como “Las Meninas”
Mariana
y Felipe
De pronto, irrumpen en la habitación, la hija de los reyes, la infanta Margarita con sus dos meninas (damas de honor): María Agustina Sarmiento e Isabel de Velasco. La primera le ofrece un rojo búcaro de barro y la segunda haciendo una leve reverencia.
Diego capta esta imagen y la reproduce en el centro del lienzo que está pintando.
Tras ellas llegan dos enanos, encargados de divertir a la infanta, la alemana Maribárbola y el italiano Pertusato que apoyará el pie sobre un hermoso ejemplar de mastín. Después doña Marcela de Ulloa, guarda-menor de las damas de la reina, que charla con don Diego Ruiz de Azcoa que también es guarda-damas palatino. Velázquez los coloca en uno de los laterales y en el fondo sitúa la figura de don José Nieto Velázquez que era presunto familiar del pintor y aposentador de Palacio.
En el espejo del fondo se ve reflejada la imagen de los monarcas, que posaban para su retrato ¿?... y en el margen izquierdo, que quedaba libre, don Diego opta por autorretratarse pintando el lienzo.
Aquella primera intención de hacer un retrato a los monarcas, se ha transformado en una obra donde participaran toda una serie de personajes y que se convertirá en una de las más famosas que realizó don Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, aquel sevillano universal que había nacido en el año 1599:
“La Familia de Felipe IV” también conocida como “Las Meninas”
3 comentarios:
Hola Quidquid, vengo a saludarte de un lugar lejano, desde el sur de Chile. Me gustó mucho tu blog y las cosas interesantes que nos compartes.
Tuve la gran suerte de visitar hace 3 años el Museo del Prado y quedé sin palabras cuando mis ojos se posaron en este magnífico cuadro. Gracias a tu narración, mi admiración por Velázquez se fortalece y mi recuerdo se reaviva.
Te dejo un abrazo fraterno, y si me lo permites, volveré a leerte.
Falta un personaje en el cuadro: el aire. Velázquez es el primer pintor que logra plasmar el aire en sus cuadros, al menos en este. Es mi cuadro favorito y cuantas veces voy al Prado otras tantas me quedo parado frente a él largos ratos disfrutandolo. En mi opinión es la obra cumbre de la pintura universal.
Un saludo
Hola Jesús:
Efectivamente, falta el aire, pero como dices, es una de las obras cumbres. A mi también me encanta.
Velázquez tiene obras preciosas, en otro post hablaré de Las Hilanderas o Fábula de Aracne donde el aire "figurará"
Un cordial saludo,
Luis
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