Torque

Un torque es un collar rígido que empezó a usarse en la Edad del Bronce. Estuvo muy difundido entre los pueblos indoeuropeos del oeste de Asia y del centro y oeste de Europa durante el primer milenio a.d.C., aunque su uso perduró algunos siglos después, ya en plena era cristiana.

Lo usaron los escitas, los antiguos persas y los galos de Asia Menor.

En Europa se hallaba muy extendido entre los pueblos celtas de Francia, Islas Británicas, España y norte de Italia.

Al parecer, el torque fue en estas zonas hasta el siglo IV a.d.C. un adorno propio de mujeres, pero después se convirtió en atributo peculiar de los guerreros.

Los romanos lo copiaron de los galos y le convirtieron en un honroso premio al valor militar, ya desde época republicana, con el que premiaban a los soldados y a las unidades distinguidas.

Estos collares metalicos, de oro, plata o bronce, tienen los extremos libres, sin soldar, terminados a menudo en protuberancias decoradas con motivos geométricos o con cabezas de animales y figuras humanas.

Se conocen por numerosos hallazgos y por represdentaciones en estátuas, relieves, mosaicos y pinturas. El cuerpo del collar está formado por una varilla lisa, de sección circular o cuadrada, o torcida en espiral, en ocasiones sobriamente decorada. A veces está constituido por varios alambres retorcidos en espiral.

En el NO de la península Ibérica abundan los torques de oro con decoración, sobre todo en los extremos; en cambio en el sur de España son más frecuentes los torques funiculares de plata.

Ponerse collares... una moda que viene de antaño.