...y el vandalismo y los robos...
representan un coste superior a los 22 millones de euros al año...
Como nadie llama por teléfono, en algunos casos sirven como tablón de anuncios gratuito...
en otros como propaganda o anuncios políticos...
...o provisiones para los cacos...
...o para muestras artísticas...
En varios países se están buscando utilidad a estas cabinas, como en Londres donde se equipan con cargadores solares para celulares y tablets...
Esperemos que aquí también se les de un uso adecuado para que no formen parte solamente de la decoración del paisaje de la ciudad.
Mientras tanto el perrito de mi vecina está muy preocupado...
Tendrá que ir a otro sitio !!!
¿Hay alguien que no tenga móvil?
3 comentarios:
¡Hola, Luis!
Créeme que aún sirven esas cabinas telefónicas, sobretodo en el aeropuerto si se viaja sin un plan internacional en el móvil. Hace un par de años en Barajas necesitaba telefonear a uno de mis hijos, el chip de mi móvil no servía; afortunadamente había un par de cabinas, aunque tuve que pedir ayuda pues no sabía cómo marcar.
Me parece estupenda la idea de los ingleses de poner cargadores solares en las cabinas. Lamento lo del vandalismo, la suciedad y las "huellas" de las mascotas pues hace algunos años estuve en la monumental Barcelona y me encantó también su limpieza.
Cordiales saludos, un abrazo
*
En casa esperábamos que gane el derbi el club Barcelona y que Messi superara un récord. Será en otra ocasión :)
Primero lo primero: ¿Qué te habías hecho hermano? Tenías mucho tiempo sin publicar
Lo bueno es que esta vez nos traes cosas interesantísimas.
Muy buena la iniciativa de colocar esas dos grúas como piezas de museo, y sobre todo las ruinas arqueológicas de Tarraco...¿Era romana o cartaginesa?
En cuanto a las cabinas...De verdad que son algo medio obsoleto, pero a Rud le a salvado el vieje...risas. Y de acuerdo con ella en celebrar el uso que le están dando en Inglaterra.
Y no te pierdas vale
Sí, casi son piezas de museo ya. Pero hace poco, de visita en el extranjero, tuve que recurrir a una de esas cabinas. Fue como agua de mayo.
Publicar un comentario