De una reciente visita, que os decía en mi anterior entrada sobre las vidrieras, os comentaré alguna de las características de este cenobio que ha sido declarado Monumento Histórico Artístico...
Su origen es del año 1160 y su actividad terminó con la desamortización de 1835...
Durante esta dilatada historia pasó por múltiples vicisitudes pero, también por apoyos de la nobleza y realeza, sobre todo por los condes de Urgel, Ermengol, VII y su esposa Dolça, que aparte de ser sus protectores le donaron posesiones importantes...
Alfonso II de Aragón les otorgó privilegios y donaciones que ampliaron sus dominios...
Destacó, así mismo como centro cultural, a mediados del siglo XVIII, tres abades del Monasterio iniciaron un movimiento para la recuperación de la historia y documentos eclesiásticos. Entre sus obras figura el Monumenta Catalonia que se conserva en la Biblioteca de Cataluña.
Entre los años 1883 y 1889 se convirtió en trapa.
A partir de 1910 se instaló una comunidad de Hermanos Maristas, que restauró el edificio. Fue durante un tiempo lugar de formación de novicios maristas y hoy comunidad. Funciona como alojamiento rural, aparte de restaurante, sala de reunión, casa de colonias y casa de espiritualidad.
Un momento importante en la historia del Monasterio fue la llegada del agua. Esta es la fuente de la Mallola o del Abad, es un monumento barroco de 1760 y conmemora la llegada del agua en una conducción subterránea desde el manantial.
"Les diste a beber el agua de la contradicción". Nos ha costado traerla hasta aquí. El escudo conmemorativo de la llegada del agua al Monasterio.
El escudo de uno de los abades importantes (Abad Caresmar). Destaca el Bellpuig coronado por la flor de Lis.
En próximas entradas os mostraré las dependencias más importantes del Monasterio...
2 comentarios:
Hola Lluis:
Son pasadas las 7 de la mañana en Chile. Despertaré a mi señora, para que juntos entremos al Monasterio.
Abrazo.
Esas paredes sí que tienen historia para contar.
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