Un hombre mayor, italiano, que vivía en las afueras de Nápoles, fue a la iglesia local a confesarse.
Cuando el sacerdote abrió el confesionario, el hombre dijo:
Padre: Durante la segunda guerra mundial, una mujer muy bonita llamó a mi puerta y me pidió que la escondiera del enemigo. Así que la escondí en el altillo de mi casa.
¡Esa fué una cosa maravillosa que has hecho, hijo!, contestó el sacerdote. No tienes necesidad de confesar eso.
No padre, es que ella empezó a agradecérmelo con favores sexuales.
Bueno..... Estando en peligro y bajo esas circunstancias, dos personas pueden estar tentadas de actuar así. Pero si lo sientes verdaderamente, estas perdonado de hecho.
Gracias padre. Esa es una gran carga que le saca a mi alma... Pero tengo una duda más.
¿Cual es hijo?
Padre, ¿cree Ud. que debería decirle que la guerra ha terminado?
6 comentarios:
Jajaja, muy bueno Luis.
Gracias!
Un chiste un poco cruel, lo veo así desde mi feminidad. Cordiales saludos.
Ja Ja Ja
Gracias por este momento!!!!!!
Cariños
¡Qué buen chiste!
Me ha hecho acordar a una película que alguna vez vi en mi niñez: muchos años después de la Segunda Guerra Mundial, una condesa tiene escondido a un tipo en su sótano. El tipo no habla el idioma de ella. Ella estaba enamorada del tipo y no le dice que la guerra terminó. Es todo lo que recuerdo, fue todo lo que entendí. No sé en qué termina.
A veces conviene como decimos en Chile, "hacerse el leso".
Saludos.
Como siempre muy bueno el chiste, Luis, tienes una capacidad ingreible para hacernos reír y con tus temas culturarnos !maravillarnos!.
Esteban en Perú decimos "hacerse el loco", ya se ahora que en Chile se dice "hacerse el leso", cada día se aprende algo nuevo.
Cariños,
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