miércoles, 2 de septiembre de 2009

¿Por qué hemos perdido el pelaje?

El pelaje es el vello corporal que tienen los mamíferos, excepto los humanos que lo hemos perdido... pero ¿por qué?



Hay tres explicaciones científicas que nos aclaran la carencia de pelaje en los humanos. Las tres se basan en la idea de que en la evolución de nuestra raza resulta más ventajoso ir siendo cada vez menos peludo. Este proceso ha durado 6 millones de años durante los cuales nos hemos ido separando del último antepasado común que tuvimos con los chimpancés, nuestros parientes más cercanos.








La hipótesis del "simio acuático" dice que hace entre 6 y 8 millones de años nuestros antepasados llevaban una vida semiacuática y buscaban la comida en aguas someras. El pelaje no es un aislante térmico eficaz dentro del agua y, por ello, tuvieron que evolucionar para reemplazarlo con un revestimiento grueso de grasa...







Otra teoría es que que se perdió el pelaje para controlar la temperatura corporal al adaptarnos al calor de la sabana. Nuestros antepasados pasaban la mayor parte del tiempo en bosques frescos, pero un homínido erecto y con espeso pelaje que caminase al sol se recalentaria...
Pero ¿y por las noches?







Walter Bodmer, de la Universidad de Oxford, ha sugerido que nuestros antepasados fueron perdiendo el pelaje para evitar los parásitos externos. Una cubierta de pelo sería un refugio para garrapatas, piojos, chinches o pulgas. Estos bichos, no sólo provocan irritaciones y molestrias, sino que son portadores de muchas enfermedades graves.



Los humanos que fueron capaces de encender hogueras, de construir abrigos y de hacerse ropas, perdieron el pelo...
y con él muchos parásitos.
¡Cosas de la evolución!







Y ahora globalizados... ¿qué perderemos?

5 comentarios:

Gabriela dijo...

Y así terminaron creando el rentable negocio de la alta costura, ja, ja.
Saludos.

LAO dijo...

Interesante saber ésto. Muchas gracias. Saludos. Como dicen..."hemos perdido el pelo pero no las mañas"...

Franziska dijo...

Gracias por tu visita. Te doy la bienvenida y mi espacio que, a partir de ahora, será tuyo. Valoro, por encima de cualquier cosa la sinceridad y disfruto con los puntos de vista opuestos a los míos. ¿Por qué eso, te preguntarás? Porque le da una mayor vivacidad a los comentarios.

Para poder estar al tanto de lo que vayas publicando, voy a enlazar tu blog en cuanto salga de tu espacio.

Ahora vayamos al tema que planteas. Es verdad que hay múltiples teorías y que cualquiera podría tener un sentido lógico. Pero, como es cuestión de opinión y no de demostración científica, ahí va la mía:

Todos hemos visto a muchos varones que conservan aún vello muy abundante y desarrollado en partes del cuerpo que no están a la vista, como puede ser el pecho. Y este es un rastro que aún persiste a pesar de que llevamos millones de años sobre la tierra. En la naturaleza todas las cosas tienen un sentido, es decir, sirven para algo y se desarrollan y fortalecen si las utilizamos o se debilitan si no se usan.

Creo que nuestra especie tenía pelo hasta que llegaron las glaciaciones que ya no fue suficiente para protegernos del frío. El hombre aprende a resguardarse del frío con las pieles de los animales y durante mucho tiempo se vió obligado a vestirse y eso ha continuado hasta hoy. Ese vello tenía que ser, pues, un estorbo y cobijo de piojos -que han llegado hasta hace pocos años- y como todo lo que es inútil, la naturaleza lo desecha. Pero es claro que llevó su tiempo... Hoy sabemos que nuestra especie procede de África y sin embargo, ahora los africanos no son hombres de cuerpos peludos: la protección está en la cabeza, de cabellera espesa y muy rizada. Y concluyo que todo esto lo pienso así porque creo que las especies evolucionan, se adaptan a las circunstancia que les toca vivir y si no se adaptan, perecen.

En mi opinión, es el hombre que interfiere en la naturaleza el que ha producido el cambio.

Me ha encantado el post y no sabes cuanto me alegraría que estuvieras dispuesto a discrepar de mis puntos de vista.

Cordialmente.

Anónimo dijo...

Diversas son las teorías, y a mi parecer creo que con la evolución de la especie, el mismo hombre influye muchísimo en sus propios cambios.

Hoy en día parece incluso extraño ver algunos hombres que sean super-peludos, por el hecho de poseer vello en exceso. Y luego está el llegar al punto de aquellos que por tener ya sea mucho o poco, optan por quitárselo totalmente. Ya ves!!! Antes cubiertos por completo y ahora no soportamos un simple pelo donde "estéticamente" no queda bien.

Si es que somos de lo más complicados.

esteban lob dijo...

Yo, sin querer, he colaborado eficazmente a la disminución de pelo en la cabeza del hombre...en caso propio.

Saludos alopécicos.