Una arboleda sin hojas (estamos en plena temporada invernal), nos permite un paseo por una zona ajardinada a la orilla de la ría en un lugar con mucha historia de la ciudad: El Arenal.
La Ría antes de llegar a su desembocadura tiene un trazado con alguna curva pronunciada. En una de ellas en las afueras del Casco Viejo y, por causa de las mareas diarias, se iban acumulando lodos y arenas formando una especie de playa. Este meandro fue utilizado por los pescadores para dejar allí sus embarcaciones. De aquellas arenas procede su nombre.

Esta fotografía (procedente de una guia para conocer Bilbao antiguo) nos muestra como era la zona hace unos cuantos años.
Cuando “Las Siete Calles” y su muralla encorsetaban la población se hizo necesario “ensanchar” el territorio y así en el año 1483 surge el primer ensanche de Bilbao, en el que el Arenal será incorporado con los arrabales de Ascao y San Nicolás y unos años más tarde con las calles actuales Correo y Bidebarrieta.
El Arenal es un lugar donde se celebran acontecimientos culturales, políticos y festivos, presididos por el kiosco que aparece en la fotografía, pero también un lugar muy agradable para un perfcto paseo, incluso en los días que el tiempo no acompaña.
Estas tapas típicas son tan variadas como productos y hay que ir con cuidado, pues como te animes… después ya no tendrás apetito para poder saborear alguna de las especialidades culinarias.
y dos propios del lugar: el Marmitako de bonito
y el Bacalao al pil-pil.
Tienen buen aspecto, ¿no?... pues de sabor no hablemos!









La iglesia y puente de San Antón figuran en el escudo de la ciudad, reflejándose en la ría, en el lugar que, junto con "Las Siete Calles", el Casco Viejo de la ciudad, sería el lugar de la fundación de la villa en el año 1300 por Don Diego López de Haro...


