
En tiempos anteriores a los romanos existía una costumbre muy atroz en la isla de Cerdeña...
Según cuenta el historiador griego Timeo en el siglo V a.d.C., cuando un anciano era incapaz de valerse por sí mismo, sus hijos lo mataban a golpes o lo arrojaban al vacío desde un precipicio...
Para que las víctimas al viajar a la otra vida tuvieran un aspecto más amable, los hijos le daban una bebida que les provocaba una sonrisa al morir: la risa sardónica.

Diversos científicos modernos han descubierto que la hierba que empleaban los sardos para la elaboración de la pócima procedía de unas especies acuáticas tóxicas de una planta que era endémica de la isla: la oenanthe.

El extracto tiene sabor azucarado y un olor muy agradable, lo que facilitaba la bebida del cóctel mortífero.
Un poco bicarbonatos... estos sardos!!!
2 comentarios:
Buena investigación...! Estupendo.
Un abrazo.
uFFFF.....!!!! Madre mia!!! como para que te inviten a un cóctel sin tú saberlo...
Un artículo muy interesante, la verdad sea dicha, aunque pone un poco los pelos de punta, porque por mucho que se les diera esa bebida hay que tener narices para darles un empujón y quedarse tan panchos... Pobrecitos!
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