lunes, 21 de septiembre de 2009

"La Siesta"



Después de la comida se realizaba un breve rezo... Los monjes tenían que guardar silencio y reposo, era la "hora sexta".


Esta norma que procedía de la Regla de San Benito, obligaba a descansar después de esta oración y de ahí dió origen a la expresión: "guardar la sexta" o "sextear", que después se convirtió en sestear.




El horario coincide con la hora sexta de los romanos, que iba de las 12 del mediodía a las tres de la tarde, que eran las horas más calurosas del día, sobre todo en los países cercanos al Ecuador.


Un vendedor de botijos sesteando en Madrid en 1959




Esta costumbre se extendió rápidamente por todo el mundo y no sólo es practicada por los humanos, ya que incluso los animales hacen uso de ella, en aquellos lugares donde el sol ataca fuerte. Tiene una explicación biológica pues es como consecuencia natural del descenso de la sangre después de la comida, desde el sistema nervioso al sistema digestivo, lo que provocaba una consiguiente somnolencia.










Su duración no es conveniente que supere los 30 minutos, pues de los contrario puede provocar insomnio por la noche. Favorece la circulación sanguínea y mejora la salud en general, previniendo el agobio, la presión o el estrés.











Diversos personajes cantaron sus alabanzas, entre ellos Albert Einstein y Winston Churchill, éste último sorprendía a sus colaboradores, durante los días de la Segunda Guerra Mundial, mostrando una máxima lucidez a altas horas de la madrugada, mientras éstos estaban rendidos y medio dormidos.










Camilo José Cela, en su forma sarcástica habitual de expresarse, decía que la siesta se había que hacerla: "con pijama, Padrenuestro y orinal".


Don Camilo... don Camilo...









Numerosos artistas han representado esta contumbre, veamos algunas de sus obras dedicadas a "La Siesta":










La siesta de Fauno, Toulouse Lautrec

Sorolla














Gauguin

Julio Romero de Torres













G. Courbet


Winterhalt


Vincent Van Gogh


"La Siesta" una buena costumbre...!

5 comentarios:

CANTO EN FLOR dijo...

Y yo te puedo asegurar que sí.

Desconocía todo esto que expones, lo hacía por costumbre, he de decirte que en un lugar en donde estuve, hacer siesta era equivalente a dejarse besar por el demonio...creo podrás imaginarte en dónde, ahí nunca la hicimos.

Mira qué interesante el afán de los artistas de perpetuar este momento en su obra.

Te agradezco la información, un abrazo cordial y feliz semana.

Marina-Emer dijo...

LO QUE ME HA HECHO MUCHA GRACIA ES LO DE cAMILO JOSÉ CELA SE LLEVARSE HASTA EL ORINAL....MUY BIEN VES NO LO SABIA
ABRAZOS
MARINA

Marcelo dijo...

Don Cela, Don Cela!!
A mí me gusta como concepto, porque hace rato que la practico muy poco. Pero cuando lo hago, es una belleza!
Un abrazo

PD: Hay algo del buen vivir que la Iglesia no haya disfrutado?

esteban lob dijo...

Hola Lluis:

En las grandes ciudades de Chile la siesta perdió fuerza por la llamada "jornada única", pero en regiones en que la actividad cesa entre 2 y 4 de la tarde, sigue siendo institución.

(Saludos, de "nosotros" los del "Madris" a ustedes los del Barza. Ya nos toparemos en choque de titanes).Ja,ja,ja,ja.

LAO dijo...

Yo me tiro veinte minutos de espaldas; al mismo tiempo hago relajación y elongaciones;me duermo y luego sigo como nuevo. Que interesante lo que proporcionas. Mi esposa dijo "tengo que cortar el día". Un abrazo!