Los hermanos, Lukas y Stephan, fueron los clientes en este caso, y aparecen retratados doblemente: en los paneles laterales del tríptico, como San Jorge y San Eustaquio.
Está toda la familia, a la izquierda los varones, Martin con sus hijos y un anciano cuya identidad es desconocida, con los escudos familiares...
y a la derecha la esposa con sus hijas María y Bárbara, con sus respectivos blasones, excepto la hija doncella, a quien se reconoce por llevar el escudo de su padre todavía, y los cabellos descubiertos.
La escena sagrada posee un colorido muy delicado. En un marco de complicadas arquitecturas, de corte italiano, romano, que Durero conoció en Venecia, aparece la Sagrada Familia...
María es una hermosa joven a la que se le escapan los rizos rubios bajo la toca...
José es un anciano de protagonismo limitado...
El niño resplandece con blancura entre los numerosos angelillos que le rodean.
En el fondo aparece un elemento que se repite en todas las escenas de Natividad que Durero pintó o grabó: el arco romano en medio de las ruinas, un símbolo de perfección y transición entre el mundo pagano que se desintegra y la nueva era marcada por la llegada del Mesías.
¡¡¡ Feliz Navidad !!!
1 comentario:
Querido Luis, es hermoso el Trptico de la Navidad, del genial artista Alberto Durero, pero lo más expectacular es el análisis minucioso de cada detalle, que es producto de una gran investigación.
¿No eres profesor de historía del Arte?, si no lo eres, hay muchos que se pierden un "Gran Maestro". años atrás lleve un curso sobre historia del Arte, en el cual no recibí una explicación tan profesional como la que siempre haces en tus análisis en tus posts.
Me gusta mucho todo lo que haces, te felicito con todo cariño.
María del Carmen
Publicar un comentario