Fue en Bruselas donde se reunió, bajo el epígrafe Tattoo and Suspension Party, lo más florido del piercing extremo...
Los participantes mostraron a un público entregado sus habilidades y la resistencia para convertirse en auténticas perchas humanas.
Los adeptos de esta técnica se atraviesan la piel de la espalda con unos ganchos metálicos especiales. Éstos están unidos a unas cuerdas que les permiten colgarse del techo y permanecer suspendidos mientras que el cuerpo aguanta.
Para las personas ajenas a este mundillo, el espectáculo, que recuerda a la sala de despiece de un matadero, resulta escalofriante y dolorosamente incomprensible, pero para estos frikis del masoquismo es una esperiencia casi mística.
¿Se llamarán ganchificados..?
7 comentarios:
Brrr...!!! Me ha dado frio en los pies al ver estas imagenes, amigo...!
Ufff...
Feliz fin de semana y un abrazo.
Ay Luis, que esto me impresiona mucho!!!
que tengas un hermoso fin de semana
Estercita
Supongo que esto es algo que no cualquiera se haría en el cuerpo. Yo no lo haría.
Cada quién, ¿no?
Realmente cada persona con su tema pero en lo personal me da pavura verlos.
Cariños
Puaj! Me dan muchísima impresión estas cosas.
Cariños!
Los he mirado en algún programa en la tele, y me parece una conducta extrema respecto al dolor, pero ellos se sienten así realizados, como bien se dice:
De todo hay en la viña...
Un abrazo con afecto y feliz domingo!
Buenos dias Luis, no me sorprende nada que exista esta corriente de personal, que al fin y al cabo se auto-infringen dolor corporal y atraves de ello disfrutan.
Lo que si me sabe mal de este mundo loco, son los chorizos que deambulan impunemente, porque a pesar de los que pillan estoy seguro que son muy pocos.
Lo que pienso es que estos frikkis, no me salpican pero los otros si.
Agradezco tu visita.
Saludos cordiales.
Jesus
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