martes, 6 de octubre de 2009

Orígen del melic (Origen del ombligo)

El Señor Déu estava de bon humor.
En el seu rostre beatífic es perfilava un somriure de galaxia a galaxia.
Estava satisfet.
Acabava d'acomplir una gran tasca. Havia creat tot l'Univers. Totes les estrellas. Tots els planetes...
Des d'els més petits microbis fins als més grans mamífers com ara els elefans o les balenes.
Un món amb aigua i aire on puguessin viure tots ells.
Va seleccionar un reconet especialment ric en vegetació, entremig de dos grans rius, on hi posà totes les espècies d'animals.
Estava satisfet: ja estava tot fet.
Fins i tot tenía enllestida la seva obra predilecta: l'home.
Es disposava a descansar després de tan inmensa tasca, ajaçat al damunt d'un núvol de matèria còsmica.
Esperava, abans de dejar-se anar, que s'acabés d'assecar un ninotet de fang que tenia al seu costat.
Tan punt el ninot estigués sec, l'inspiraria el seu diví alè i podria lliurar-se al tan merescut repós.
Amb els ulls mig aclocats, el desvetllà una veueta manyaga:
-Senyor...
El Senyor es desvetllà tot estranyat.
-Qui em parla? -va dir.
-Jo, Senyor -va dir el ninotet -Encara no sé qui sóc.
-Bé... et diràs... El Senyor va titubejar una mica -Et diràs Adam (fet i fet vens de la terra)
-Senyor... ara la veu es més fluixeta i mig avergonyida.
-Quééé.
-Veureu... jo... voldria...
-Què et falta? Tens un jardí immens. Cames per còrrer i saltar. Braços i mans per enfilar-te als arbres i abastar els seus fruits a pleret. Bé, tots... tret d'un... que... Bé... d'això ja en parlarem més endavant. Ara què et preocupa?
-Veureu, Senyor. No us ofengueu, però... No us oblideu d'un petit detall?... Mmm, no sé si goso dir-ho, però...
-Però, què? -Exclamà el Senyor ja una mica impacient amb el desig d'acabar aviat i poder fer una becaina, ben merescuda després d'aquells sis dies tan aclaparadors.
-Doncs... -Romancejava l'Adam... -jo... veureu, Senyor... jo he vist que tots els animals tenen una companya i jo... Vés... jo estic sol... Si em vulguéssiu donar a mi també una femella...
-Ah, punyetero! -Exclamà el Senyor, tot tocant-li la panxa amb el dit.
I com que el fang no estava encara prou sec... Sense adonar-se, creà el melic.
Aleshores li va dir: -Va, tomba't
L'anestesià d'una clatelladeta, i de la part de darrere, on encara no li havia tocat el sol i el fang era més tendre, en llevà una porció i en féu la dona.
Quan l'Adam es va despertar es va tocar l'esquena i va notar que li faltava una costella però no hi va fer cabal. Es conhortà de seguida en veure que ja no estava sol.
Va voler donar les gràcies al Senyor, però l'Eva, amb un dit devant els llavis, li va recomanar silenci.
El Senyor s'havia adormit.


El autor de este texto es Francisco Roda, que el pasado día 3 en la fiesta de su 80 aniversario me lo entregó para su publicación. A tal señor, no se le puede negar un deseo.



La traducción, si es mía...

El Señor Dios estaba de buen humor.
En su rostro beatífico se dibujaba una sonrisa de galaxia a galaxia.
Estaba satisfecho.
Acababa de cumplir un gran trabajo. Había creado todo el Universo. Todas las estrellas. Todos los planetas...
Desde los más pequeños microbios hasta los más grandes mamíferos como los elefantes o las ballenas.
Un mundo con agua y aire donde pudieran vivir todos ellos.
Seleccionó un pequeño rincón especialmente rico en vegetación, entre dos grandes ríos, donde puso todas las especies de animales.
Estaba satisfecho: ya estaba todo hecho.
Incluso tenía adelantada su obra predilecta: el hombre.
Se disponía a descansar después de tan inmenso trabajo, apoyado sobre una nube de materia cósmica.
Esperaba, antes de marcharse, que se terminase de secar el muñequito de barro que tenía a su lado.
Tan pronto como el muñequito estuviese seco, le insuflaría su divino aliento y podría dedicarse al tan merecido reposo.
Con los ojos medio adormecidos, le desveló una vocecita suave:
-Señor...
El Señor se desveló todo extrañado.
-¿Quién me habla? , dijo.
-Yo, Señor, dijo el muñequito. Todavía no sé quién soy.
-Bien... te llamarás... El Señor titubeó un poco. Te llamarás Adán (De hecho vienes de la tierra)
-Señor... ahora la voz era más tenue y más avergonzada.
-Quééé.
-Veréis... yo... quería...
-¿Qué te falta? Tienes un jardín inmenso. Piernas para correr y saltar. Brazos y manos para subirte a los árboles y abastecerte de sus frutos sin ninguna prisa. Bien, todos... escepto uno... que... Bien, de eso ya hablaremos más adelante. ¿Ahora que te preocupa?
Veréis, Señor. No os ofendáis, pero...¿No os olvidáis de un pequeño detalle?... Mmm, no sé si me atrevo a deciroslo, pero...
-¿Pero, qué? exclamó el Señor ya un poco impaciente con el deseo de terminar pronto y poder echar una cabezadita, bien merecida después de aquellos seis días tan intensos.
-Pues... Titubeaba Adán... yo... pues... yo estoy sólo... Si me quisierais dar a mi también una hembra...
-¡Ah, puñetero!, exclamó el Señor, tocándole la barriga con el dedo.
Y como que el barro no estaba lo suficientemente seco... sin darse cuenta , creó el ombligo.
Entonces le dijo:
-Vá, túmbate.
Lo anestesió con un leve cachete, y de la parte de detrás, donde todavía no había tocado el sol y el barro era más blando, le cogió una porción e hizo la mujer.
Cuando Adán se despertó se tocó la espalda y notó que le faltaba una costilla pero no hizo mayor caso. Se animó enseguida al ver que ya no estaba sólo.
Quiso darle las gracias al Señor, pero Eva, con un dedo en los labios, le recomendó silencio.
El Señor se había dormido.

¡Por eso los ombligos... son redondos!

13 comentarios:

CANTO EN FLOR dijo...

Me pasó que lo interpreté toditito sin darme cuenta que estaba la traducción al español.

Muy buen cuento, muy cercano a la "realidad" del momento, como aún no secaba, pues claro que lo marcó...

Le dejó su sello.

Un abrazo Luis.

Soledad Arrieta dijo...

Muy bueno!
Cariños!

Isabel Estercita Lew dijo...

Luis, todo lo que quieras, que leí la historia en catalán antes de darme cuenta que estaba traducida, y está muy buena, pero desde ya te lo digo, ni costilla ni ombligo, la mujer fue hecha antes, y antes que el propio dios, pues sino quien lo pariría para que luego tenga todo este entrevero con Adán?...

Besos
Estercita

Franziska dijo...

Ingeniosa explicación del ombligo y a mí me ha gustado leer el texto en valenciano ¿es así? perdona mi ignorancia lo encuentro tan parecido al catalán que no termino de distinguiurlo.

He estado unos días de viaje y es por ese motivo que estoy retrasa en mis visitas. Ya estoy tratando de ponerme al día. Saludos cordiales.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Me ha encantado esta narración.

Un abrazo...!

Abuela Ciber dijo...

Re simpáica, al comienzo me preguntaba como haría para traducirla, pero ahí estabas tú tan amable.

Saludos

LAO dijo...

Sin palabras Luis!! Buenísimo!! Bello el relato. Un abrazo

Hada Isol ♥ dijo...

Lo leí todo y recién me dí cuenta de que había traducción! me encantó la forma en que cuentan el origen del ombligo,es divertido.Un abrazo!

Hada Isol ♥ dijo...

Me pasa como a Franzisca,es valenciano verdad?

esteban lob dijo...

Hola Lluís o Luis:

¿Qué habría pasado si Adán no hubiera solicitado una mujer?
No tengo teoría al respecto.

(De fútbol no hablo por ahora. Sufro de sevillanitis).

Luis dijo...

Hola Franziska:
El texto es catalán.
Hola Isabel D'Mayo:
Catalán.
Existe una cierta polémica entre el Catalán y el Valenciano.Se considera un mismo idioma, pero sobre todo en Valencia, lo consideran idioma diferente.
La zona de influencia del catalán es bastante amplia y según en que lugar se habla de una forma o de otra. En las Islas Baleares, en l'Alguer, en la franja con Aragón,en el sur de Francia y en el único país que es idioma oficial
es en Andorra.
M'han agradat molt els vostres comentaris!,
Petons!
Lluis

Luis dijo...

Hola Isabel Estercita:
Seguro...seguro...seguro... que la mujer fue primero...!
Se cambian el orden de los personajes y no pasa nada!
Qué haríamos los adanes sin las evitas?
Un cordial saludo,
Luis

Luis dijo...

Hola Esteban:
Si Adán no hubiera solicitado...
A veces... un poco más tranquilos, no?
Del otro tema, no te procupes, la próxima semana se nivelarán de nuevo...
Un cordial saludo, Luis