Una vez que se ha realizado la visita al camarín de la Virgen, es costumbre realizar la ofrenda de una vela acompañada de la: "Pregària d'ofrena d'un llantió" (Oración de ofrenda de un velón).
Bajo una imagen de la Virgen se van depositando unas gruesas velas (velones) formando como una especie de altar de variados y vivos colores.
Las velas, que se han adquirido en el atrio del Monasterio previamente, quieren ser un signo de fe de los peregrinos y visitantes de la Abadía.
El resultado es esta magnífica imagen del lugar.
Un poco "caras" las velitas, pero... todos tenemos siempre, algo que pedir...
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