sábado, 22 de noviembre de 2014

Un Mausoleo real...

Tenemos en Tarragona un sepulcro modernista que no se llegó a ocupar...
El rey Jaime I dio en vida muchas vueltas, pero sus restos también después de fallecido. En principio fue enterrado en el Monasterio de Poblet y sus restos pasaron por diferentes lugares y...  regresaron de nuevo a Poblet.
Será en 1906 cuando la Comisión de Monumentos de Tarragona encarguen al arquitecto Lluis Domènech i Montaner que construya un Mausoleo Real que después de muchas visicitudes será  inaugurado en el año 1992. 
Esta ubicado en uno de los patios del actual Ayuntamiento y podemos ver como el arquitecto quiso dejar constancia con su trabajo escultórico y con el uso de mosaicos de cuáles eran los símbolos característicos del rey Jaime I: sus coronas, sus escudos que narraban sus reinos y sus conquistas.
 La obra tiene tres partes: el basamento, el sarcófago y el doselete. 
El basamento formado por una base de piedra coronada con unas postas que significan las olas del mar.
La tumba, una nave con un mascarón en la proa que tiene forma femenina y sostiene una corona...
...y en la popa un ángel con las alas abiertas que lleva la bandera del Reino de Aragón: "las cuatro barras". Entre las dos transportan al rey a la otra vida...
Encima de la nave el sarcófago que parece estar tapado con un paño mortuorio con las tres coronas de los reinos de Aragón, Valencia y Mallorca.
En los laterales tres águilas bicéfalas con escudos. En el centro el de Aragón, con la cruz de San Jorge y las cuatro cabezas de moros, y en los ladoslos atributos de Mallorca y Valencia.
De los escudos penden unos medallones que representan los sellos reales.

Sobre el féretro, un doselete soportado por ocho columnas que arrancan de las crestas de las olas. En el frente un arco trilobulado mayor que los laterales y entre los pináculos se ve la cubierta del doselete de arco apuntado.

Encima del centro del doselete, una crestería de ocho esferas de diferentes tamaños entre ganchos góticos. Las esferas pequeñas sirven de apoyo a cuatro cruces griegas. Los faldones del doselete y la cubierta del sarcófago cubiertos con mosaicos de colores.

Lluis Domènech i Montaner quiso utiliar la simbología de una nave para alojar los restos de un rey. No es una nave cualquiera, es una nave muy bella y lujosa, de pórfido y decorada con mosaicos de vivos colores...
 Merece una visita!

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 



 

1 comentario:

Gabriela dijo...

Claro que merece una visita.
:D