martes, 24 de septiembre de 2013

"El Mon de la Mort a Tarraco"

Inicio hoy una serie de entradas que dedicaré a “El Mundo de la  Muerte en Tarraco  (el título lo tomo de la  exposición que el Museo Nacional Arqueológico de Tarragona  exhibe en las instalaciones anexas a la necrópolis de Tarraco. El Món de la Mort. Síntesi prefigurativa del Museu i Necròpolis Paleocristians de Tarragona”)
La Necrópolis ha abierto, ¡por fin! sus puertas al público después de estar más de veinte años cerrada  para su rehabilitación y acondicionamiento… El pasado domingo y dentro de las Fiestas de Santa Tecla hubo una jordana de puertas abiertas para mostrarnos uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad: La Necrópolis Paleocristiana.
El edificio de acceso está dedicado a mostrar el mundo de la muerte en la época romana y a reunir las piezas más relevantes que se recuperaron durante los trabajos de excavación. En varias secciones podemos ver el culto que se rendía a los difuntos, los espacios funerarios, las esculturas, los enterramientos, la población de Tarraco,
las ofrendas, los rituales, los símbolos…
En la Necrópolis, también hay varias zonas diferenciadas: Un sector residencial, una zona suburbana, un área productiva, talleres y almacenes, Basílica, mausoleos, criptas…
El tema es muy amplio por lo que trataré en sucesivas entradas de ir desarrollándolo…

Inicio del “tour”: “El culto”
El culto que se rendía a los difuntos en la época romana se transmitía de padres a hijos. Perdura en la época tardoantigua y posteriormente se adoptó a la ideología cristiana.

Representación de un entierro,
el difunto acompañado por los músicos que van delante.
Mosaico del comedor de una villa que representa el esqueleto de un copero (el que servía el vino en copas), que nos invita a vivir la vida ante la muerte.
Escena de duelo con el difunto rodeado por toda la familia.
Exposición del cadáver en el lecho fúnebre, dispuesto en el atrio de la casa, flanqueado con cuatro antorchas.
  Pintura de una tumba con la representación del banquete fúnebre, con los convidados dispuestos alrededor de un triclinio semicircular para celebrar el aniversario del difunto.
Escena de un banquete funerario representada en un nicho.
Preparativos para una incineración: el encendido del horno que calentará el agua para lavar al difunto, el vaso de perfumes para ungirlo, y una "llorona" en el centro.
Le pregunto a mi amiga la tórtola su opinión al respecto y me responde:
"El muerto al hoyo y el vivo al bollo..."
Inteligente la tortolita!
Continuará...

1 comentario:

Genín dijo...

Tema muy interesante.
Mira que sabe la tortolita... :)
Salud