Un hombre tenía unas entradas para el Barça-Madrid de fútbol. Cuando se sienta, al empezar el partido, otro hombre se le acerca y le pregunta si está ocupado el asiento que está junto a él.
-No, le contesta, está desocupado.
-Es increíble que no haya venido su dueño, dice el hombre. ¿Quién, en su sano juicio, tiene un asiento como éste, para un partido que es el mayor acontecimiento del mundo, y no lo usa?
Le responde el primero:
-Bueno, en realidad el asiento es mío. Lo compré hace tiempo. Se supone que mi esposa me iba a acompañar, pero falleció. Éste es el primer derby en el que no vamos a estar juntos desde que nos casamos en 1982.
Oh... Qué pena me da oír eso. Es terrible, pero, aún así, ¿no pudo encontrar a alguien más, no sé... un amigo, o pariente, o incluso un vecino, para que usara el asiento?
El hombre niega con la cabeza.
-Pues no. Todos están en el entierro.
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7 comentarios:
Tu relato muy ingenioso amigo,efectivamente,a veces el futbol es lo primero en la vida.
Mi felicitación y mi abrazo.
FELIZ ÚLTIMA SEMANA DE FEBRERO.
M.Jesús
Hola, Luis:
El fútbol es pasión total, para algunos está pro encima de todo.
Abrazos.
Eso es amor a la camiseta, ja, ja.
Prioridades y decisiones.
Abrazos
Jajaja Luis.
Yo publiqué ese "pequeño" exceso hace tiempo...pero atribuído a la final de un Mundial.
(Dadas las campañas del Barza y del Madrid actualmente, es posible que el partido próximo entre ambos genere una pasión similar).
Muy bueno, genial..donde hay prioridades que se quite lo demás.
Je, je...besotes.
Ay, estos derbys...
Un abrazo.
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